miércoles, 11 de noviembre de 2009

esqui lover

Hola¡¡¡ No hay nada que me guste más en este mundo que esquiar. Siempre había pensado que trabajar en lo que más te gusta tenía que ser una pasada. Pero, como todo, hasta que uno no lo comprueba, no lo sabe a ciencia cierta. El año pasado tuve la oportunidad de comprobarlo. Como no tenía mucho tiempo, no podía trabajar toda la temporada dando clases de esqui. Pero estuve de sustituta un día, para cubrir la plaza de un amigo que tenía un viaje. He de decir, que la experiencia estuvo muy bien, pero...que no tiene ni punto de comparación a 'ser libre' y bajar por las pistas como lo que eres, libre. Me explico. Cuando uno da clases, tiene que llevar el nivel del grupo o de la persona que te toque, y realmente, no puedes ir a 'la velocidad que te gustaría' , con lo cual, no disfrutas tanto del día. Me tocó la mañana con un señor, al que le daban miedo bastantes cosas. Conseguí lo que parecía imposible, y era que bajara una pista azul ( por supuesto, poco más y le tuve que obligar ). Fui sincera. Le dije: mira, si quieres aprender a esquiar, vas a tener que ser más lanzado, porque teniendo miedo nunca vas a aprender a esquiar. Si te caes, pues te levantas. Y si no sabes cómo levantarte, aquí estoy para ayudarte. Mis palabras le convencieron, y bajamos la pista, aunque con bastante paciencia por mi parte. Por la tarde, me toacaron un grupo de 11 niños de 4 a 10 años (aproximadamente) y estuvimos juntos dos monitores, ya que 11 niños son muchos niños. Eso estuvo divertido, ya que, como los niños no tiene miedo a nada, se lanzan sin problema, aunque se caigan. La cara de felicidad de los niños cuando les decíamos que la 'última bajada' era bajada libre..era para haberla grabado. 'Bajada libre' significa que pueden hacer lo que quieran, que no nos tienen que seguir, y que pueden hacer 'todos los saltos' que quieran. Increíble cómo disfrutan. Tienen menos miedo que yo.

Así que, por un día, cumplí uno de mis retos.